EL PATRIMONIO COMO HUELLA DE LA HISTORIA LA HABANA Y MORELIA
Dos ciudades que se unieron en 1983 cuando la Dra. Esperanza Ramírez Romero, invitó al Doctor en Ciencias Históricas y Maestro en Ciencias Arqueológicas, Historiador de la Ciudad y Director del Programa de Restauración del Patrimonio de la Humanidad en Cuba, Eusebio Leal Spenglese. a impartir un curso en la facultad de Historia de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, cuyo título fue “El patrimonio como huella de la historia”.
Leal Sengler, se se ha distinguido en el mundo de manera particular por la conducción de las obras de restauración del Casco Histórico de La Habana, declarado por la NESCI en 1982 Patrimonio de la Humanidad.
“Le comenté que yo impartía clases de Historia del Arte Universal y nacional, especial espacio tenía para mí, la historia monumental de Michoacán”. Explicó la Dra. Esperanza Ramírez Romero, quién asumió que daba esa referencia porque en ese entonces, sus alumnos eran reacios a la materia, ya que consideraban el patrimonio como un fruto de la burguesía, por lo tanto, era una materia que poco les interesaba, “hasta que manejé el arte como una fuente de información histórica”. Ante esta inquietud, Eusebio habló a los alumnos del proyecto de rescate de la Habana vieja, patrimonio que había abandonado la burguesía y que un país socialista emprendería su rescate. “Este curso tuvo una gran aceptación, e indudablemente fue un gran apoyo para mis clases, ya que se logró que mis alumnos vieran el patrimonio con un nuevo enfoque”, asintió la Presidenta de morelia Patrimonio de la Humanidad A. C.
En sus memorias recuerda: “Un día fui al hotel de la Soledad, en donde él se hospedaba, desayunamos en el corredor, y nuestra plática inmediatamente se enfocó en la arquitectura sobria y grandiosa que nos envolvía, le impresionó el rescate que se había hecho de la misma y también del uso de suelo original que tuvo el edificio, volviendo a ser hotel nuevamente. En la Habana escuche en una de sus pláticas, la influencia que había ejercido Morelia para aplicar el rescate del origen del patrimonio a la par que se restauraban las piedras”.
Recordó cuando por primera vez vio la Catedral completa, “quedó asombrado ante su grandeza y exclamó ¡esto es monumental!, volteó a mirarme y preguntó: -por supuesto ¿Morelia es Patrimonio de la Humanidad verdad?-, a lo que yo le respondí que no, preguntó nuevamente -¿Y qué esperas para hacerlo?-, le dije: vendrá una fecha importante para la ciudad, en 1991 cumplirá 450 años de haber nacido en este Valle de Guayangareo, y tendremos tiempo para preparar muy minuciosamente y con fuertes argumentos el expediente que muestre el carácter excepcional que pide la UNESCO, para que un bien sea inscrito el listado del Patrimonio Mundial”.
El color de la cantería de Morelia con sus múltiples matices le encantó, Ramírez Romero llevó a Leal Spengler a conocer las canteras de donde se extrajo el material para construir la ciudad y quedó admirado de sus altos paredones. “Esto hizo que posteriormente, cuando se reconstruía la Universidad de San Jerónimo, que se encontraba atrás del Palacio de los Capitanes Generales, pensara en que sería formidable construir la portada de dicho edificio con cantería de Morelia, y así fue, ya que su amistad con el gobernador de la ciudad, Lázaro Cárdenas Batel, fue fundamental para que le enviara el material con el color que él deseaba para la portada mencionada”.
Un mes del año de 1988, la oriunda de Morelia, Ramírez Romero, lo pasé en la Habana, invitada por Eusebio, “se me encomendó hacer la catalogación de los edificios que están en la Plaza de la Catedral, dos estudiantes fueron mis ayudantes y al mismo tiempo mis pupilos, para que ellos siguieran el trabajo de la catalogación de la Habana, obra semejante a la que yo había realizado en Morelia en 1982”.
El 31 de octubre de 1988, fue inaugurada la Casa de México en la Habana, por los presidentes Miguel de la Madrid y Fidel Castro, ese día se inauguraron también dos exposiciones, una de máscaras y la otra de trajes regionales, Eusebio le pide a la Dra. Esperanza Ramírez que elaborara las cédulas de las piezas que se expondrían, mismas que no fueron enviadas por Bellas Artes. “Esto fue terrible para mí, por no ser una experta de la temática y por no haber bibliografía que me apoyara, por lo que preferí hacer una cédula única de carácter general, donde explicaba el uso y costumbres de las fiestas donde eran utilizados esos objetos” (…)
Por haberse casado con un cubano, Ramiréz Romero, visitaba con frecuencia Cuba, siendo siempre uno de nuestros objetivos, visitar la Habana Vieja para conocer las nuevas restauraciones que iban apareciendo, dejando atrás las ruinas que había anteriormente y así poder ver como la ciudad iba recuperando su carácter original.
“Por supuesto que en cada viaje a Cuba, visitábamos la oficina del Historiador, esperando encontrar a Eusebio Leal, que si estaba allí, seguro nos recibía, pero en muchas ocasiones se encontraba fuera del país, ya que su vocación por difundir el patrimonio de Cuba y la nueva aportación que daba su proyecto de rescate de ciudades patrimoniales, era novedosa, por lo cual era invitado por multitud de universidades, esparcidas por los cinco continentes, él les hacía ver que el rescate de su patrimonio cultural, era de gran importancia, ya que con ello rescataban su identidad y la historia de su propia cultura”.
Eusebio, tu partida al más allá ha sido dolorosa, pero al mismo tiempo nos has dejado “el saber patrimonial”, pronto nos veremos, ve planeando un nuevo proyecto al cual me sumaré.
Dra. Esperanza Ramírez Romero, Agosto de 2020.