LA ZONA ARQUEOLÓGICA DE SAN FELIPE LOS ALZATI
Por Jorge Ibarra Rodríguez
Los otomies y mazahuas formaron parte de los grupos otopameanos que se establecieron en las tierras del norte del altiplano central, durante las etapas históricas del preclásico [2500 a.C.] y el clásico [200 d.C. a 650 d.C.]. Participaron plenamente en el desarrollo de la civilización de Mesoamérica durante todos los periodos de la época prehispánica, su presencia en el territorio del actual Michoacán se ubica entre el clásico y el epiclásico [650 a 900 d.C.] a través de restos de cerámica y estructuras arqueológicas encontradas en el norte y noreste de la entidad.
Uno de los vacíos que existen en la historiografía de los pueblos indios de Michoacán, es el que se refiere a los otomíes y mazahuas localizados en la parte media oriental de Michoacán. La zona arqueológica de San Felipe se conforma de un monumental centro ceremonial de origen matlazinca, ubicado dentro de las tierras pertenecientes a las comunidades indígenas de San Felipe de los Alzati.
El centro ceremonial cuenta con una de las pirámides más antiguas y grandes del Estado, de todos los sitios que tiene el INAH abiertos en Michoacán, este es el más grande, más grande que las de Tzintzuntzan, Ihuatzio, Tingambato, Huandacareo, y otros, la extensión de este recinto es mayor.
Esta zona arqueológica se encuentra al oriente de Michoacán, para acceder a ella se toma la carretera número 15 México-Morelia-Guadalajara y a 9 kilómetros de Zitácuaro está el poblado de San Felipe de los Alzati, a 5 kilómetros. Las investigaciones arqueológicas efectuadas a partir de 1973 a la fecha, han revelado que presenta dos períodos de ocupación y desarrollo, ubicándose cronológicamente en los horizontes epiclásico y postclásico temprano (750-1250 d.C.)
Arquitectónicamente, del conjunto arqueológico presentan dos épocas constructivas, de la primera solo se aprecia una escalinata localizada en la cara sur de la pirámide mayor, la cual estuvo asociada a cerámica con rasgos teotihuacanos.
La zona arqueológica registrada y descubierta en 1963 por el doctor Román Piña Chan, quién designo personal para su custodia, comprende 52 hectáreas de las cuales 18 corresponden al centro ceremonial. Las exploraciones arqueológicas se iniciaron en 1973, bajo la dirección del arqueólogo Otto Schondube Baumbach.
El sitio está formado por 4 grupos arquitectónicos, el primero denominado de la pirámide mayor está formado por un gran basamento de cuerpos escalonados con las caras norte, sur, este y oeste. Así como por la pirámide menor; los grupos sur, noroeste y la zona habitacional no se han explorado.