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«Necesario retomar los espacios abiertos para la creación»

• El arte urbano y las posibilidades curatoriales, abordadas en la segunda mesa de diálogo “La Calle, Nuestro Museo”.
• Vigente la concepción del teatro y los museos como recintos institucionales del arte.

Si el espacio público, realmente nos pertenece, es una de las cuestiones que se abordó durante la segunda mesa de diálogo: “La Calle. Nuestro Museo”, realizada en el marco del Primer Encuentro Cultural para el Rescate del Espacio Público “Arte para todos/La ciudad es nuestra”, organizado por la Asociación Civil Contenedor de Arte.

El arte urbano, su implicación sobre el rescate del espacio público, cómo la calle se convierte en el museo, ejemplos de intervenciones urbanas, muralismo, artes escénicas, arte multidisciplinario, así como las posibilidades curatoriales y museografías que existen en la ciudad respecto a las tendencias de las diferentes disciplinas, fueron abordados en diálogo entre artistas y público que se sumó a la actividad realizada en la Plaza de Armas del Centro Histórico de Morelia.

Bajo la moderación de Verónica Loaiza Servín, presidenta de Contenedor de Arte, Erandini Alvarado, Ismael Barcelón, Olivia Torres y Edgardo Leija Torres compartieron opiniones, experiencia y observaciones respecto de su trabajo como artistas que intervienen el espacio público, o no, entre algunas aportaciones arrojadas desde el campo de la investigación.

Como parte de las reflexiones, Erandini Arvarado, actriz directora teatral, integrante de La Coregía Teatro y administradora de El Foro, destacó la dinámica del espacio público como un lugar donde todo el tiempo hay expresiones escénicas, entendidas desde las manifestaciones tradicionales, pasando por espectáculos circenses, hasta los conocidos Flash mood; a pesar de lo cual reconoció “no encuentro mi lugar en el espacio público”.

“Es importante desde las artes escénicas, remitirnos al origen del teatro presentado en espacios abiertos, en la edad media eran los juglares que iban de plaza en plaza o atrios de iglesia, existía una connotación diferente de espacios públicos como espacios para las representaciones escénicas, ya que en la actualidad, las fiestas tradicionales, los bailes o desfiles, presentan elementos escénicos, todo en los espacios públicos”.

Como augurando las anotaciones de sus compañeros de mesa, Alvarado Villegas citó al filósofo Néstor García Canclini, quien en su libro Culturas Híbridas, habla del museo como un recinto que ha dejado de ser el lugar del arte, cuyo acervo se ha sacralizado sin observar lo que pasa con este, por lo que los artistas han salido a la calle a buscar estos espacios.

Adentrados al tema de la calle como museo, Ismael Barcelón, artista urbano, inició con una clasificación entre graffitero y artista, basado en la intención, composición, estilo y mensaje, la línea “la técnica y el propósito con el que se realiza una intervención. Ante el crecimiento del interés de los recintos convencionales por abrir espacio al arte urbano fue tajante en señalar: “El museo clásico puede presentar obra de artistas urbanos, pero no es arte urbano, el arte urbano está en las calles”.

Refirió acercamientos como el Museo al Cielo Abierto, como una moda que consiste en organizar recorridos donde un experto va relatando historias y hablando de técnicas. Aunque enfatizó “la curaduría no se entiende, porque no se entiende qué es el arte urbano, cuando se saca de su contexto deja de serlo”. Para Ismael Stiker, como se le conoce, es importante distinguir entre un ‘taggero’, un graffitero y un artista urbano, “no es intención del graffitero ser un artista”, apuntó.

Emanada de la ilegalidad por sus firmas y pintas en muros, ahora reconocida como artista visual, Olivia Torres, dedicada al posgraffiti, abundó al respecto, “el graffiti te permite hacer crítica pública, a mí me enamoró la disciplina donde la firma es lo de menos, lo trascendental es lo que críticas, poner el dedo en la llaga”.

Explicó que se llama posgraffiti a una expresión planeada para lo que se requieren bocetos, muros pactados, selección de color, estilos y elementos para abordar el muro como el uso de escalera o andamio, sin que por ello se pierda su sentido trasgresor, “es un arte que no te pide permiso, ni te invita al museo, te asalta en la calle, donde no hay élite y difícilmente es ignorado”.

Señaló que su público es heterogéneo y que puede influir en nuestra forma de actuar, interactuar, generar entendimiento, exponer todo lo que somos, lo que nos molesta, nos interesa, a partir de una gran de reflexión colectiva y transformadora, aunque se trate de una afectación desechable, por ese mismo sentido efímero y finito, que al estar a la intemperie deja de ser de quien la creó y se vuelve de todos.

Con la integración de los asistentes a la mesa de diálogo, Edgardo Leijía buscó a través de diversos ejemplos de intervenciones y exponentes del arte urbano, defender la tesis “La calle no es un museo debe ser nuestro taller de producción”, esto previo al ejercicio de intervención de la ciudad que se tendrá como parte del Encuentro Arte para Todos/La Ciudad es Nuestra.

Reiteró que el arte urbano es un arte efímero, pero que debe ser registrable y documentable. Entre los muchos ejemplos, se mostró detractor de algunos de ellos, como los murales del Zoológico Benito Juárez, es su crítica y enfatizó que la ciudad debe ser nuestro lienzo para generar obra pero con conceptos.

La participación del público asistente no se hizo esperar, enriqueciendo en suma el diálogo con los expertos, entre las aportaciones, la opinión detractora de quien como ciudadano no observa en el graffiti un carácter crítico, ni estético, sino como un acto transgresor de a quien no le importan el efecto que cause en quien se enfrenta con él. Aunque se ponderó la función y el porqué del creativo, como una posibilidad de discutir y renegociar las normas y las reglas, y llevar a lo convencional al límite.

Es importante recordar que este jueves 30, el diálogo continuará a través de la tercera mesa “Vivencias históricas de la ciudad”, con comentarios de Yeudiel Moreno Cortés, Fernando Llanos Jiménez, Rigel Miravete Reyes y José Luis Arroyo Robles; esto en la Plaza Pública del Teatro Stella Inda del Seguro Social, a las 11:00 horas.

El Encuentro Cultural para el Rescate del Espacio Público, es un proyecto de Contenedor de Arte Asociación Civil, impulsado por el Fondo Nacional para la Cultural y las Artes (FONCA), a través del Programa Coinversiones para la Cultura, en su edición 2017. Además cuenta con el apoyo de Bicivilízate Michoacán, A.C., y el H. Ayuntamiento de Morelia, a través de la Secretaría de Efectividad e Innovación Gubernamental y la Secretaría de Cultura de Morelia, como coinversores.

#ArteParaTodos

#LaCiudadEsNuestra

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