VIVENCIAS DEL FICM, ENTRE COCO, EUGENIO POLGOVSKY, Y TU MAMÁ TAMBIÉN
CONFERENCIA DE PRENSA DE COCO EN EL 15° FICM
“Esta película ha cambiado mi vida, me reconectó con mi familia, tradiciones y raíces”, dijo Adrian Molina, director de COCO, durante la charla moderada por Daniela Michel, directora general del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), que además contó con la presencia de Lee Unkrich, codirector y Darla Anderson, productora de la película inaugural del 15° FICM.
Después de Toy Story 3 (2010), Lee Unkrich tuvo la iniciativa de hacer una película sobre la tradición del Día de Muertos. Así fue como hace seis años, todo el equipo de producción hizo una exhaustiva investigación para hacer esta película. Al respecto, Darla Anderson dijo que “la gente abrió sus corazones” y eso les permitió profundizar en los detalles que hacen de esta tradición algo especial para las familias mexicanas.
“Mi deseo es que esta película represente a la familia y el valor de las tradiciones (…) Parte de mi motivación fue mi familia y la tradición artística que mi madre me inculcó desde pequeño. La hice para mi familia, para las personas que nos importan”, agregó Adrián Molina.
Por su parte, Lee Unkrich dijo que les hacía sentir bien “que quienes no conocen la cultura, ahora sepa la diferencia entre Halloween y Día de muertos” festividades que, al menos en México y Estados Unidos, están muy arraigadas.
Alrededor de 500 personas formaron parte de la producción, entre las que había artistas mexicanos que trabajaron colaborativamente. Lee Unkrich reconoció el trabajo de su equipo de trabajo que creó los elementos gráficos e ideas desde cero. “Sabíamos que teníamos el potencial de hacer algo especial”, agregó.
Los personajes se inspiraron en personalidades de la cultura popular como Jorge Negrete, Pedro Infante, Cantinflas y El Santo.
“Para la música, nos rodeamos de especialistas y músicos mexicanos como Camilo Laradel Instituto Mexicano del Sonido, de quien soy fan”, dijo Unkrich. Además Adrián Molina dijo sentirse agradecido y orgulloso de haber tenido la oportunidad de escribir una canción en colaboración con Germaine Franco, compositora de las canciones de la película, las cuales retoman ritmos del son jarocho y el huapango.
Sobre cómo cambió su percepción del día de muertos, Darla Anderson dijo ver el Día de Muertos como una celebración de la vida. “Eso me ha hecho pensar en la muerte de forma distinta”, concluyó. Por su parte, Lee Unkrich dijo que trabajar en COCO y conocer el significado de esta tradición, le ha hecho valorar más a su familia para no olvidarlos.
Respecto al contexto político que se vive entre México y Estados Unidos, Lee Unkrichaseguró que el equipo de producción se siente honrado de estrenar esta película ahora, pues inyecta positividad a estos tiempos negativos.
Unkrich concluyó diciendo que “es gratificante saber que nuestras historias inspiran a nuevas generaciones de realizadores”.
EUGENIO POLGOVSKY FUE HOMENAJEADO EN EL 15º FICM
“Un ser humano excepcional y generoso”, así describió con emoción la directora del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), Daniela Michel, a Eugenio Polgovsky, cuyo documental Trópico de Cáncer (2004) fue proyectado como homenaje póstumo en la decimoquinta edición del festival.
En palabras de su hermana, Mara Polgovsky, presente en el homenaje, la obra documental del director exploró de forma crítica la vida y el dolor de los niños, pero también “de la vejez, los árboles, con una mirada generosa”.
Trópico de Cáncer aborda la pobreza y la destrucción ecológica en México. En 2005 fue parte de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes y de Sundance, e inspiró la creación de la gira de documentales Ambulante. “Pensamos que (Trópico de Cáncer) se tenía que ver más allá de Morelia y en salas no comerciales”, dijo el presidente del FICM, Alejandro Ramírez.
Por su parte, el vicepresidente del FICM, Cuauhtémoc Cárdenas Batel, se refirió a Eugenio Polgovsky como un hombre que dio “aliento para continuar con el festival”, y recordó que fue el primer ganador de la Sección de Documental Mexicano en el FICM 2004. “Es un homenaje modesto, íntimo. En la intimidad es donde nos abrazamos”.
Daniela Michel, conmovida, se refirió a Eugenio como un hombre “excepcional y extraordinario”, de quien siempre admirará sus “cualidades humanas y artísticas”. Luego, entregó un ramo de flores a la hermana del realizador como símbolo de amor y respeto. “Dejó una huella imborrable en el cine mexicano”, le dijo.
Mara Polgovsky agradeció los gestos de afecto y dijo que Eugenio dejó un documental pendiente, al que falta editar, y varios cortometrajes. “Su mirada poética era generosa cuando hacía cine. Cada imagen debía editarla, aunque le tomara años. Eugenio debe ser fuente de inspiración para los documentalistas”.
Por documentales como Trópico de Cáncer, Eugenio Polgovsky fue reconocido como un cineasta capaz de exhibir las entrañas de una sociedad, la carne y el dolor de los desprotegidos, a un público acostumbrado a lenguajes más comerciales.
Y TU MAMÁ TAMBIÉN 16 AÑOS DESPUÉS: GALA EN EL 15º FICM
La película Y tú mamá también (2001, dir. Alfonso Cuarón) fue proyectada esta noche en el 15º Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), con la presencia de los tres fundadores del festival Alejandro Ramírez, Cuauhtémoc Cárdenas Batel y Daniela Michel, así como del realizador Carlos Cuarón, el actor Diego Luna y el cantante Marco Antonio Solís.
Antes de la función, fue develada la butaca con el nombre del actor Diego Luna, que agradeció el gesto del FICM.
Han pasado 16 años desde la primera vez que la estrenaron en cines, pero, como dicen, ha envejecido bien, como una historia que cierra un ciclo (y un siglo) en el cine mexicano.
A través de dos jóvenes mexicanos y una española, Y tu mamá también retrata a un México que va del caos de la ciudad —repleta de protestas y de clases sociales, un México tan aburrido, que la idea de salir de ella convierte una ida al supermercado en una fiesta—, hasta el México rural, de carreteras vacías, con cruces para muertos olvidados. Durante el viaje, que lleva a los personajes en busca de algo que parece que no existe —la amistad, el amor o aquella playa—, Julio y Tenoch se exploran en lo más íntimo, descubren los celos y algo que puede fortalecer su amistad o darla por vencida.
“Fue un alivio perder el Oscar a Mejor Guion (contra Pedro Almodóvar) porque se acababa todo. El festival de Venecia fue más chido, me dio un pedigrí que no sé si merezca”, dijo Cuarón.
Por su parte, Diego Luna contó que cuando la película salió “no dejaban verla a ningún chavo, aunque no conocía a nadie de quince años que no la hubiera visto. Carlos y Alfonso Cuarón son los verdaderos charolastras y creo que no han dejado de serlo”, relata Luna entre risas con el público.
La película, protagonizada por Gael García, Diego Luna y Maribel Verdú, parece cerrar un ciclo en la carrera del Alfonso Cuarón. Hasta ese momento había dirigido Sólo con tu pareja (1991), La princesita (1995) y Grandes esperanzas (1998), cintas con las que se hizo un nombre también en Estados Unidos, que terminó por despegar con Y tu mamá también y, con ello, atraer producciones más grandes: Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004), Niños del hombre (2006) y Gravedad (2013), por la que ganó el Oscar a Mejor Director en 2014.
Carlos Cuarón relata que la fotógrafa Maya Goded trabajaba en una serie de fotografías con prostitutas, cuando una de ellas, en una cantina, se levantó de la silla y puso la canción de Marco Antonio Solís en la rocola: “Se la propuso a Alfonso, la escuchamos y pensamos que no sería otra más que esa para la escena”.
Marco Antonio Solís, por su parte, narra que se propuso sacar un tema inédito para la cinta: “Hice mi aportación para la película y mi carrera tomó otro curso. A partir de entonces, con esa canción, mi carrera dio un giro internacional”.
“No hay bar donde no la pongan (“Si no te hubieras ido”). Es un himno charolastra”, dijo Diego Luna sobre la canción, antes de que Marco Antonio Solís cantara un fragmento que coreó el público: el vínculo que una película, 16 años después, sigue sólido para una generación.
La carrera de los actores también llegó a otro nivel. Aunque Gael García ya tenía atención internacional tras participar en Amores perros (2000, dir. Alejandro González Iñárritu), después de Y tu mamá también, Diego Luna participó en Frida (2002, dir. Julie Taymor) con Salma Hayek y Alfred Molina, y La terminal (2004, dir. Steven Spielberg), con Tom Hanks y Catherine Zeta-Jones.
A la par, Emmanuel Lubezki, que ya tenía un nombre en Hollywood, fue llamado para trabajar en películas cada vez de mayor peso: Niños del hombre (2006, dir. Alfonso Cuarón) y El Árbol de la Vida (2011, dir. Terrence Malick), por las que fue nominado al Oscar por Mejor Fotografía, premió que se llevó con Gravedad (2014), Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia) (2014) y El renacido (2015): tres veces al hilo.
CUADROS EN LA OSCURIDAD, DE PAULA MARKOVITCH, SE PRESENTÓ EN EL 15° FICM
Como parte de la Sección de Largometraje Mexicano en competencia de la decimoquinta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), se presentó la cinta Cuadros en la oscuridad, de Paula Markovitch (2017).
La historia está centrada en Marcos, un artista de 65 años que trabaja en una gasolinera. Nunca ha podido exhibir sus pinturas y tiene pensamientos amargos acerca del destino. Luis, un ladrón de 13 años, entra en su casa creyéndola deshabitada y es el único testigo de la obra de Marcos. Entre ambos surge una extraña amistad que les da nuevas respuestas acerca del arte y la vida.
Paula Markovitch cursó la carrera técnica en Cine y Televisión en la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Impartió el Laboratorio de Dramaturgia para Cine Minimalista y de Guión en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC). Fue guionista de las películas mexicanas Sin remitente (1995, dir. Carlos Carrera), Temporada de patos (2004, dir. Fernando Eimbcke) y Lake Tahoe (2008 dir. Fernando Eimbcke). Su ópera prima, El premio (2011), ganó Mejor Largometraje Mexicano en el 11er FICM.
A la función de prensa de Cuadros en la oscuridad asistió la directora Paula Markovitch, quien estableció que la figura de su padre fue determinante para contar la historia.
“Está inspirada en la vida de mi padre, Armando Markovitch, un pintor que no expuso su obra en vida, el origen de su anonimato lo ubicó en la escuela de la dictadura y de los exiliados. El exilio tuvo una cosa trágica porque deja a las personas sin cultura y él no podía presentar pinturas porque no tenía ni documentos. Hay muchas obras que son omitidas cuando hay sistemas crueles y opresivos”.
La intención de la directora fue reflexionar sobre la construcción y la destrucción: “Somos una humanidad que de alguna manera destruimos nuestros tesoros y eso me tenía obsesionada”.
Acerca del color y el sonido de la cinta dijo: “En la manera de narrar quise hacer un ola de momentos, de instantes, no tanto de una secuencia de causa y efecto, por eso trabajamos con un color, una temperatura y un sonido distinto como propuesta formal narrativa. Con los sonidos trabajamos distintas texturas, fue una búsqueda que se realizó con toda la delicadeza para generar la belleza del ruido, que la película fuera un poco aturdidora, algo real”.
Por su parte, Salvador Corrales, productor ejecutivo del filme y encargado de difundir la labor que tuvo la Universidad de la Comunicación, expresó el compromiso de la institución por continuar con más colaboraciones.
“En esta película hay un proyecto paralelo, una exposición de los cuadros del padre de Paula. Eso hacemos en la universidad: apoyar proyectos nuevos y creativos. Ya estamos trabajando en otros más”.
Finalmente, Paula Markovitch adelantó que está en proceso de edición de su siguiente largometraje titulado El actor principal que versa sobre un joven mexicano que asiste a un festival internacional de cine y reflexiona sobre la condescendencia de los europeos hacia los latinoamericanos.
Por la tarde, se ofreció una función de gala presentada por Cuauhtémoc Cárdenas Batel, vicepresidente del FICM. Al final de la proyección, la directora Paula Markovitch retomó los temas más trascendentales que había tocado por la mañana y agregó una descripción del arduo trabajo con las pinturas de su padre, Armando Markovitch.
“Todas las pinturas son reproducciones de las obras originales, tuvimos un extenso trabajo de curaduría y de reproducción, pasamos en este proceso más de cuatro años, aunque primero tuvimos que hacer un inventario porque las piezas estaban bastante abandonadas. Eso me hizo pensar en el descuido de la humanidad”.
BARBET SCHROEDER PRESENTA SU FILME EL VENERABLE W EN EL 15° FICM
Como Invitado Especial de la decimoquinta edición del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), el cineasta francés Barbet Schroeder presentó su filme El venerable W (2017), mismo que exhibiera en mayo en el Festival de Cannes.
La trama relata la vida de Ashin Wirathu, un influyente monje budista en Birmania que durante décadas ha liderado una violenta persecución racista contra la minoría musulmana de ese país. Acosados por los seguidores de Wirathu y por algunas instituciones de gobierno, cientos de musulmanes han muerto, miles de casas han sido incineradas y decenas de miles de personas han abandonado el país.
Entre los galardones de El venerable W se encuentran los otorgados en el Festival Internacional de Cine de Melbourne, el Festival Internacional de Cine de Nueva Zelanda, el Festival de Cine de Jerusalén y el Festival Internacional de Cine de Moscú.
Previo a la proyección de El venerable W, Daniela Michel, directora general del FICM, presentó a Barbet Schroeder, quien describió su travesía en Birmania, su interés por integrar a talentos latinos en la película y las dificultades de filmar de manera clandestina.
“En todos mis proyectos utilizo muchas participaciones latinas porque así aprendo más español, por ejemplo, la persona encargada de la imagen y fotografía es de Chile. En esta ocasión me fui a Birmania sin que nadie supiera dónde estaba. Éramos un equipo de dos personas en un lugar en el que se necesitaba ser completamente clandestinos, como un turista más.
“Pasado un mes, la policía militar estaba consciente de que estábamos haciendo algunas cosas y tenían fotografías de nosotros grabando sitios musulmanes, así que supe que ya era tiempo de irnos y pensé que alguna vez podría regresar con una visa de periodista. Tiempo después me di cuenta de que nunca la obtendría”.
Después de la función, se abrió una sesión de preguntas y respuestas en la que Barbet Schroeder versó acerca del genocidio que se aborda en El venerable W, y lamentó que una religión como el budismo esté relacionada con monjes exterminadores.
“Antes de venir a este festival descubrí dos estudios interesantes, uno de la Universidad de Yale y otro de una institución inglesa, en los que se afirma que el genocidio está en progreso en Birmania. ¿Cómo es posible que el budismo, un tesoro de la humanidad, se vuelva responsable de un genocidio provocado por monjes que están detrás de este proceso”.
Tras su viaje a Birmania, el cineasta rememoró uno de los peores momentos experimentados: “Estábamos en sitios musulmanes pero recuerdo uno en específico en el que estaban vendiendo animales para sacrificios, ahí es donde nos dimos cuenta de que había personas secretas que nos filmaba. Después de un mes me di cuenta de que la policía militar no era buena”, expresó para reafirmar la persecución a la que se enfrentó.
Finalmente, el creador francés puntualizó que los entrevistados dieron su versión de los hechos para el filme sin que existiera alguna manipulación en los comentarios: “Dejé hablar a la gente, hablaron de su verdad, esa verdad horrorosa, no hubo un ofuscamiento de mi parte hacia ellos, aunque se volvió bastante peligrosa la idea, sobre todo cuando existe un genocida que se está preparando”.
Entre 1958 y 1963, Barbet Schroeder colaboró en las revistas Cahiers du Ciné-ma y L’Airde Paris. Fue asistente de Jean-Luc Godard en la película Les carabiniers (1962) y con tan sólo 23 años, en 1963, fundó junto con Éric Rohmer su productora Les Films du Losange, que realizó algunas de las mejores películas de la Nueva Ola francesa.
Su filmografía contempla Amnesia (2015), Inju, la bête dans l’ombre (2008), El abogado del terror (2007), La virgen de los sicarios (2000), Mujer soltera busca(1992), Reversal of Fortune (1990), Barfly (1987), The Charles Bukowski Tapes(1987), Koko, le gorille qui parle (1978), Maîtresse (1975), General Idi Amin Dada(1974), y More (1969), entre otras.
El venerable W también se presentará el miércoles 25 de octubre a las 16 horas en la Sala 3 de Cinépolis Centro y el jueves 27 de octubre a las 13.30 horas en la Sala 2 de Cinépolis Las Américas.
INICIA EL PROGRAMA HECHO EN MICHOACÁN EN EL 15º FICM
Con la proyección de Janitzio (1935, dir. Carlos Navarro), el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), inauguró el tributo al cine Hecho en Michoacán por realizadores no nacidos en el estado, que preparó en colaboración con la Filmoteca de la UNAM y la Cineteca Nacional para el 15º FICM. La proyección contó con la presencia de la directora de la Filmoteca de la UNAM, Guadalupe Ferrer Andrade.
“Janitzio no fue concebida por un director o un guionista, sino por el fotógrafo Luis Márquez, quien pensó que todo el mundo debía conocer. Se fue a vivir ahí, aprendió historias del lugar y lo aceptaron. Todos los escenarios son naturales, no es un set”, dijo.
Ferrer Andrade contó que se trata del primer protagónico de Emilio “El Indio” Fernández, después de trabajar en papeles secundarios en Hollywood, y que el estadunidense Jack Draper —fotógrafo de muchas películas de Cantinflas— se encargó de fotografiar.
“Esta es una buena oportunidad para ver una película que no se exhibe mucho. Nos da gusto verla en el FICM, en una pantalla grande. Verán mucho de Michoacán en ella”, comentó Ferrer.
Maclovia (1948), de Emilio “El Indio” Fernández, y El brazo fuerte (1958), de Giovanni Korporaal, son las otras películas que serán exhibidas durante la semana.